Levantó la mirada y sus ojos se posaron en Ydon.
Él la miró como cual profesor a punto de amonestarle.
-Sé que no actué correctamente Ydon. -Dijo Lacy agachando levemente la cabeza. -No pensé que se darían estas circunstancias.
Ydon suspiró y colocó sus manos en la cintura, formando una silueta similar a un jarrón.
-Te preocupas mucho por correr y correr y muchas veces no te das ni cuenta de a que dirección lo haces. Lo importante no es ganar la carrera, sino aprender. En cierto modo, aprenderás de los errores, ¿No es cierto?. -Ydon entrecerró los ojos esperando una respuesta.
-Sí, tienes razón... Pero es que hay algo... hay algo que siempre falla... algo que no controlo. -Replicó Lacy.
Ydon la miró fijamente, comprendiendo.
-No eres diferente Lacy... es solo que aún no has aprendido a pensar con madurez. -Contestó Ydon seriamente. -Lo harás... no te preocupes.
-Hay veces que no quiero aprender... simplemente quiero vivir la vida... quiero ser libre, quiero hacer lo que quiera, quiero olvidarme de todo y ser feliz... -Lacy dio un paso hacia atrás. Sabía que no debía decirle eso a su hermano mayor. Desde que él se ocupó de su tutela siempre había querido que su educación fuera disciplinada.
-No te confundas Lacy. ¿De verdad crees que es lo que quieres? ¿De verdad crees que si no hubieras tenido una educación desde pequeña serías capaz de pensar y de poder siquiera hablar para decirme eso? Aprender no es un lustre, aprender es necesario. En el mundo hay una idea equivocada... Todos los jóvenes piensan que estudiar, aprender, informarse no es necesario. Pero... ¿Lo es? Mira el mundo como lo es ahora... ¿Cómo crees que hemos conseguido avanzar? Si no hubiera existido gente informada, educada no conoceríamos nada de lo que conocemos actualmente. ¿Cuál es tú meta?
Lacy arqueó una ceja. Sabía que eso era una pregunta trampa.
-mmm Ser feliz, tener muchos amigos, ¡Ser guapa y que todos los chicos me quieran!, salir con algún famoso, vivir la vida y tener dinero sin hacer nada... -Lacy suspiró. Cerró los ojos y esperó a la severa reprimenda de Ydon.
Pero, al contrario de eso, Ydon acaricó su cabeza y sonrió.
-Algún día te volveré a hacer esta pregunta.
Lacy se despertó. Se limpió las lágrimas de los ojos y se sentó en la cama. Hacía tan solo 3 años desde la muerte de Ydon... pero sus recuerdos no cesaban.
Miró hacia la ventana. La luna relucía resplandeciente en el firmamento como si tubiera luz propia.
Suspiró e imaginó que Ydon, ya a sus 30 años, le volvía a hacer esa misma pregunta...
-Mi meta... Mi meta es encontrar una cura para el cáncer, ayudar a los enfermos de África y conseguir que las desigualdades sociales entre los países del tercer mundo y los del primero desaparezcan... Quizá me muera sin conseguir nada... pero como tú un día me dijiste... si no fuera por gente así el mundo no sería como hoy lo conocemos. Ydon... yo... no seré una más. Yo ayudaré a cambiar el mundo.
Imagen y foto totalmente ORIGINALES, NO copies.
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