martes, 24 de junio de 2014

¿Qué decidirás tú?

Tienes dos opciones, amar el mundo u odiarlo. ¿Qué decidirás tú?
Cuando hablo de “el mundo” hablo de la sociedad, del planeta, del sistema, del conjunto. ¿Está bien planteado el sistema actual? ¿Está sano el planeta?
Son preguntas que superan mi entendimiento. Son preguntas tan grandes que la búsqueda de la respuesta me costaría toda una vida entera.
Por ello, me decanto a responder preguntas pequeñas, preguntas fáciles que se hallan implícitas en esas preguntas más grandes, poderosas y lejanas.
Por ello, en mi búsqueda de respuestas pequeñas, me topé con preguntas curiosas. Una de ellas fue “¿Qué es lo que mueve a la sociedad?”.
¿Qué es lo que mueve a la gente a realizar un determinado comportamiento? 
No me costó mucho averiguar la respuesta. Hablamos de poder y riqueza. Hablamos de miedo y confort, por supuesto. El bienestar propio, la acumulación de poder y riqueza y el entretenimiento continuo para olvidar que tarde o temprano moriremos.
Así es el ser humano. Se nos dotó de sabiduría, de avance y conocimiento al mismo tiempo que de egoísmo.
Sí, porque el ser humano es egoísta.
Eso me llevó a otra pregunta… “¿Todos los seres vivos son egoístas en cierta medida o solo los seres humanos?
Creo que el egoísmo forma parte de la esencia del ser vivo. No puedes deshacerte de tu deseo de prosperidad. Cualquier ser vivo con genoma tiene inscrita una función y es que la especie no se extinga. Que la especie evolucione. Por ello nos dotaron de adrenalina y miedo… una manera muy compleja de hacer funcionar a nuestro sistema nervioso central, hacerlo funcionar de manera rápida e inteligente para soportar cualquier peligro.
Y si no somos capaces de soportarlo… mejorar.
Creo que el egoísmo que nuestra sociedad posee es una característica innata que no se debería juzgar. No se debería juzgar en cierta medida, por supuesto.
Un día me replantee seriamente si en este mundo hay alguien detrás controlándolo todo. ¿Lo habrá? ¿Habrá alguien tan poderoso y jodidamente inteligente que sepa dominar el mundo?
No es tan difícil dominar a un atajo de personas (solo 7 millones). Tan solo necesitas tres medios de transmisión de información y control: Internet, televisión y música.
Así de fácil. Así de fácil alguien jodidamente listo tiene el mundo en sus manos. Así de fácil nos conocen, nos obligan a trabajar toda una vida, nos obligan a gastar lo que conseguimos en productos que creemos que necesitamos.
Y ahí viene otra de las preguntas curiosas fáciles de responder. "¿Cómo es que nadie se da cuenta? ¿Cómo es que nadie hace nada por cambiar?"
Es que nadie lo ve un problema. Nadie ve un problema que la sociedad esté basada en un bien material. Nadie entiende que hay de malo en trabajar toda una vida para un sistema que ni si quiera entiende.
Luego llegan a casa, se ponen su serie de televisión, el fútbol, el videojuego, se drogan, se van de fiesta… se evaden. Se olvidan de todo. Os olvidáis de todo.
Y es exactamente lo que esa persona jodidamente inteligente quiere conseguir.
Quieren tenernos ocupados, entretenidos, evadidos.
Nos han hecho creer que esto es lo que queremos. Que no hay otra opción. Que no se puede plantear ningún otro tipo de vida, de sistema.
Pero realmente se puede. Sí se puede. "¿Se quiere?"
Vaya preguntas más fáciles me pongo. ¿Queréis? No, no queréis.
Creo que por eso decidí odiar el mundo. Os odio a todos.
Odio a esa persona jodidamente inteligente, odio el sistema y odio la sociedad. En conclusión, odio el mundo.
No espero que lo odies tú conmigo después de leer esta mierda.
Solo espero que seáis más inteligentes que todo lo dicho. Que sepáis decir NO a ciertas cosas que son meras ilusiones.
Que no saciéis esa “obligación” que el conjunto (sociedad, sistema) demanda. No necesitáis drogaros para ser rebeldes, no necesitáis acostaros con muchos o usar a las personas para ser “sexys”, no necesitáis compraros cada mes la misma ropa… porque es la misma joder la moda es un puto ciclo repetitivo.
No necesitáis la nueva play de los cojones, ni el nuevo móvil… que ahora mismo dentro de unos años se dirá S17345981 y medirá 3 metros.
Nada de eso es necesario. Ni las cremas para las celulitis ni el maquillaje. La belleza no es material. Quien crea que la belleza se determina por el cuerpo no entiende de la vida.
Lo bello se siente.
Es bello un amanecer. Es bello el abrazo de tu abuela. Es bello el primer beso… como es bella la persona que te demuestra que vales la pena y eres especial.
Y ya está. Y  cuando pasen x años os daréis cuenta de toda esta mierda, os daréis cuenta de todas las horas que habéis perdido delante del ordenador, escribiendo por whassap y vomitando de tanta borrachera. Idiotas, que sois todos unos idiotas. Yo también soy una idiota, la que más joder, soy la puta reina de los idiotas.
Lo peor de todo es vivir en esta contradicción. Os envidio, envidio veros vivir tan tranquilos, con tantos amigos, zorreando, drogados, con la ropa más fashion, enterados de todos los rumores de España y de todo el puto mundo, con la música pop del momento (sí, esa que suena en la radio una semana y te cansas de ella a la siguiente).
Envidio vuestra tranquilidad a la par que la odio.
Y tenía que decidirme entre odiar el mundo o unirme a él…
Creo que no ha sido una decisión fácil, me ha costado mis años de luchar por hacerme un hueco en algún sitio, de agradar a alguien y de ser “única” al mejor estilo Disney.
Me costó mucho decidirme, pero es así. Ya no hay vuelta atrás.
Odio el mundo y estoy decidida a cambiarlo.
¿Te apuntas?


1 comentario:

  1. Vivir la contradicción es el primer paso para superar la contradicción: deshacerse de esos mecanismos de evasión duele como dejar las drogas, una gota de agua helada en la frente que te recuerda todos los días que ahora no tienes ni puta idea de qué hacer exactamente. Ser más consciente en un principio sólo te hace sufrir más... En un principio.
    Te comprendo realmente cuando dices que envidias lo que odias, como quien echa de menos esa ignorancia líquida, esa bruma. Es el sino del que empieza a comprender; paciencia y comprensión... Al fin y al cabo, todos somos lo mismo.

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